Nací en Medellín en los 70's. Permanecí zurda pese a los "pedagógicos" esfuerzos de quienes en la escuela trataron de evitarlo. Me acerqué por primera vez a una guitarra furtivamente, en los cortos descuidos de mi hermano. Me recuerdo niña, tímida, solitaria y asustadiza. Leer una historia sobre Francisco de Asis como a los 9 años marcó mi vida, todavía conservo el libro. También me acompaña la misma guitarra desde esos años. En la adolescencia me vestí de negro y escuché a Black Sabbath hasta el hartazgo. Luego llegaron los Beatles para atraparme perdidamente y descubrí -con infantil emoción- que había nacido en la misma fecha que Lennon. El culmen de mi juvenil rebeldía musical llegó al entregarme en cuerpo y alma a la música andina colombiana, condición exótica para una adolescente de finales de los 80's y que hasta hoy mantengo. Soy música, no sé ser otra cosa, aunque a veces sueño con dibujar como Morales Pino. Adoro saber que este planeta ha albergado a seres como Peter Gabriel, Remedios Varo y varios riosuceños que conozco. Si me preguntaran quien hubiera querido ser diría: Antonio Carlos Jobim, Remedios la Bella, o al menos su mejor amiga. Tengo la ambición de una casa grande llena de libros, instrumentos musicales y crayolas donde muchos niños entren y salgan cuando quieran, puedan calmar su hambre y palpar a raticos la felicidad. Me encantan las narices de los perros. Al menos un sueño se me ha hecho realidad. Me gusta pensar en una despedida donde haya gente tocando música bella y recordando buenos momentos.